domingo, diciembre 16, 2012

él, entusiasta
























calabaza


























, glorieta desgastada.





























un jazmín,

aplastado























, bajo una ojota verdeazul.



























D. dice: 
"podrías hacer un libro de cien páginas con esas palabras que dijiste, desparramadas"





miércoles, diciembre 12, 2012

saturateday



Infusión, té de la tarde. Casi todo silencio, excepto los vecinos jocosos y el clan-chin-pun de la música. Los sábados en casa son una siesta. Ahora en octubre todo un poco más verde, ya no la serenidad del horizonte. Me pregunto si el color verde tendrá también algo de cálido. Me pregunto pero no lo busco, hoy estoy saturada de información y, si hay algo que pretenda hacerme colapsar, van a ser mis emociones, siempre gustosas de desbordar.

Acompañamiento, pan con manteca. De mis clásicos favoritos (otros: factura con dulce de leche, asiento de atrás de todo en el bondi). No voy a traducir los diálogos de mi mente, en general me pongo oscura -como ahora, que es de tarde- sólo que menos honesta. A veces me pregunto si siempre pienso que es por esta fecha o por esta etapa que entro en crisis. Crisis entendida como caos mental, inestabilidad, incapacidad de lidiar con asuntos emocionales triviales.

No tengo ganas. No tengo ganas ni un poco y me pica el deseo, totalmente irracional. Me extraño, me convoco, me invoco: “¿Vamos al cine? Te extraño”.


 

jueves, noviembre 29, 2012

Confesiones de Ornella







Uno de mis mayores defectos es ser vengativa  
creyéndome justiciera.










domingo, noviembre 25, 2012

thingtohappen.odt

It's not that i chose it, believe. The fact that i was able to predict it does not mean -at all- that i had any plans around it in my mind. It just happened, and i wasn't able to stop it (although i had foreseen it, yes). In fact, if I think over it for a while, I can even say that my mind -that confusing and unnerving part of me, that I deeply love and strongly hate-, my mind, I was saying, wanted something absolutely different. My mind was waiting for the love to grow big. Which love? The love I was feeling for that person next to me, who could have given me all the stability and settling down that I was needing to focus on my work and other serious stuff the mind usually cares about. But that was it, there I was and my mindly mind could not do anything about it. December, maybe late November, at the front door of my friend's house, saying goodbye to someone who was going to come back someday and make a difference. 'He's so gonna screw it up when he comes back', I mumbled to my good friend, without knowing that, actually, destruction was due to begin earlier, in the distance, over some silly and tricky lines and over around sixteen degrees of latitude (a distance so easy to overcome through virtual paths). 

La primera vez (y todo lo que viene con la primera vez)

Allá por mi primera entrevista de trabajo...

Le agregaste una hora extra a tus cálculos y a las ocho de la mañana empezaste a prepararte con extrema meticulosidad, casi como si se tratara de una cita romántica. Es sabido que en estas situaciones la elección no está apoyada por un buen delineado de ojos ni por un pantalón un poco más ajustado que de costumbre, pero igualmente destinaste gran parte de la mañana a esos pequeños detalles para hacer del "todo" un algo-más-interesante. El estómago te está funcionando cual licuadora avejentada y la elección del desayuno se convierte en toda una cuestión aunque no quieras probar ni bocado. El viaje, por fortuna, es por demás conocido, lo cual quita gran parte de la tensión y te permite imaginar una situación totalmente ajena para escaparle a los retorcijones de panza.

Cuando faltan sólo dos cuadras caés en la cuenta de que estás llegando media hora antes, con los pies cansados, una cartera cargada de cosas y tu cuerpo, a todo esto, también cargado de toda la ansiedad. Te ponés el calzado adecuado (adecuado para las convenciones modernas porque sinceramente son un castigo al pie) en una de las calles perpendiculares a la avenida y te comés un caramelo por segunda vez (o un segundo caramelo, si se quiere), tratando de prolongar ese aroma artificial a moras que tanto te gusta. A un paso un tanto desconfiado te vas acercando a destino, sabiendo que vas a tener que hacer tiempo en ese paredón tan admirado por los conductores que padecen la lentitud del semáforo de ese transitado cruce de avenidas. No te duró mucho: esperaste un rato y decidiste que llegar quince minutos temprano era considerablemente sensato y, ciertamente, menos ridículo que treinta. En una odisea por entender esos galpones alargados de la universidad, encontrás la oficina en cuestión y un recepcionista de lo más descortés te avisa que en unos minutos tus nervios van a estallar. Para colmo, la supuesta o improvisada sala de espera (no sabrías discernir) no tiene asientos y tenés que simular interés por esas carteleras destinadas exclusivamente a los alumnos de una carrera cuyo objetivo todavía no podés comprender. Una lectura rápida, otra más detenida, una ojeada al entorno, una mirada de reojo al antipático al mando del teléfono y así, de repente, la mejor cara y postura para enfrentar al encargado de la entrevista que se te acerca con una amabilidad demasiado premeditada.

Para tu sorpresa ni siquiera recuerda las exageradas verdades de tu currículum, algo decepcionante, en parte, pero no desalentador. Te ofrece asiento en el medio de un laboratorio con varias personas de manos ocupadas y oídos atentos; te sentás erguida y con las nalgas bien acomodadas, tal como dice el manual del entrevistado (si es que tal cosa existe). Acto seguido, y sin dejar de mirar a los ojos a quien parece estar más incómodo de lo que debería, comentás aspectos poco interesantes de tu vida y respondés a preguntas símil test de Cosmopolitan, que, de tener algún sentido, lo deben mantener bien oculto. Nunca te habías puesto a pensar en "lo más loco que hiciste" (poner jerarquías a tus acciones te resulta un poco tonto) y "tus debilidades" sin dudas van más allá de lo que un laboratorio puede ponerte como obstáculo si la falta de experiencia no cuenta como respuesta válida.

Las preguntas se acaban y los silencios se prolongan. El interrogatorio se está acabando y tu cuerpo se da cuenta porque sentís cómo comienza a relajarse, aún cuando no considerás que los hayas impresionado. Un último intercambio de palabras te informa que si recibís un llamado vas a ser el último orejón del tarro (sic) de esa mini-organización universitaria. Sabés tus cargos, tu horario, tu sueldo y todo menos si algún día el teléfono va a sonar para que todo eso deje de ser un proyecto. Un mal presagio te hace sentir que no vas a ser vos la afortunada, aunque, si de fortuna se trata, quedarte con tu rutina no es una mala idea. La decepción se mezcla con las dudas, las ganas y las no ganas. No te queda más que dejar que todo siga su curso y hacer honor al consejo de abuela. Que sea lo que dios quiera.


domingo, noviembre 04, 2012

voice-less (b')day

En el silencio surgen las ganas de escuchar.


Fri, 2 Nov 2012 15:06:15 -0300              

Primera observación: how little do people look at each other.

Confirmación de lo entendido: how much better it is to understand someone when you are not allowed to speak. Speaking is usually just a bad habit.

(Confesión): Siempre tuve cierta afición por la gente callada.


Fri, 2 Nov 2012 16:17:25 -0300                    

Kind of annoying to buy stuff if it requires to deal with a shop assistant.

Not really comfortable when it comes to yelling at people who interferes in my biking.

Three times
(en tres momentos) olvidé el cuadro y me dispuse a hablar espontáneamente (así como si nada) and i found myself almost sound-less (like a beautiful Sunday dawn).


Fri, 2 Nov 2012 17:48:25 -0300               

Entre ansiedad y comfort.


Fri, 2 Nov 2012 18:06:04 -0300                      

As if there was something actually relevant to say out loud.



martes, octubre 23, 2012

A year ago



- Pará, pará, pará… ¿Huelo angustia? Es jueves, estamos en octubre y vos estás rascándote el epitelio en alguna plaza de Aguas Calientes. ¿Recién salís de un baño termal en el que escuchaste qué…?

- Bi
en, Pink Floyd, cierto, fue un buen juego del azar. Me gustó.




domingo, agosto 05, 2012

(y no jodemos más): otra de Florencia Kraft




"Yo la chupo, porque así se hace, y me la cojo, porque de eso se trata. Pero últimamente lo que me da satisfacción, lo que me estremece, lo que me da ganas de llorar, lo que hace la diferencia es cuando le agarro la mano -tengo tan pocas oportunidades de darle la mano-, cuando la beso, chiquitito, en las mejillas, cuando le paso la nariz por los párpados y ella está volcada sobre la almohada y algo me late y sí, es mi corazón."






Una vez más, "No es amor", de Patricia Kolesnicov.

(la página estaba marcada)



"(...) contra tu voluntad
y contra tu odio,
cuando te toco estás enamorada.

Pero acabamos.

Y me vuelvo calabaza."



"No es amor", Patricia Kolesnicov.

domingo, julio 22, 2012

Huacachina (Sun day, after noon)



Todos compartiendo una misma corriente alegre, danzando en la misma vibración sin obstruirnos, sin pisarnos los pies. Alentando el uno al otro en el goce de la melodía silenciosa. Así, como debe ser el ánimo en un oasis. Y es lo mínimo que podía generarse, porque parece como si realmente se tratara de seres que hemos estado atravesando el desierto por días y días y finalmente encontramos, en un punto geográfico limitado, la gracia de la vida otorgada por un único y poderoso dios: el agua que fluye y elige reposar allí donde le da la gana (o donde el sol la llama con menor ímpetu).

Es ésta exactamente la definición de descanso. La arena es un cuerpo amorfo que me abraza tal y como lo necesito, sea cual sea la posición en la que me coloque. Se siente suave,me seduce, y yo le permito escurrirse por cualquier rincón donde le venga de gana. Es impensable que sea la misma arena que irrita el humor “empanando” los días de playa. La diferencia es clara, sin embargo. En las costas se trata del mar, y el mar está para otras cosas.


domingo, julio 15, 2012

origen






Parque Chacabuco, barrio de casas bajas.





jueves, abril 26, 2012

domingo, abril 22, 2012

Shoj




 

- Cuando traigas mis cosas te dejo un dvd con nuestras fotos. Beso. Hasta siempre. last sms

- Gracias. Nunca te apagues. Te quiero mucho.

- Yo a vos, mucho.

jueves, abril 05, 2012

aguas calientes



A pesar de lo excesivo de su oferta turística, del empacho visual que genera ver un hostal junto a un restaurante, junto a otro restaurante, junto a otro hostal, junto al cual se venden artículos regionales –como ocurre en casi todos los negocios de la calle principal-… A pesar de lo bullicioso y aparentemente banal, la pequeña ciudad-pendiente junto al río sabe albergar cierta calidez. ¿Será acaso por la estrechez de sus calles, la abundante vegetación pre-selvática, el cruce de las vías del tren...? ¿Por el mismo río, quizás? ¿O será simplemente que yo he aprendido a encariñarme, a sentirme a gusto vagando sin rumbo (y probablemente en forma circular) por su acotado recorrido?

No me agradaría pasar la noche en otra de estas hosterías de tono depresivo –tengo un problema personal con eso, lo sé- pero aún así me cuesta asumir que en horas voy a tomar ese tren que me alejará de todo esto vaya uno a saber hasta cuándo. Dicho sea de paso, la sensación del “quizás nunca más” me provoca cierta aflicción con la que aún hoy, a la edad de veinticinco años, no he aprendido a lidiar.

sábado, marzo 31, 2012

Ausente



Una mentira, tras otra (tras otra) y en el marco de otra gran mentira, llevaron a que Martín pasara la noche en casa de Javier. Y no hay mentira, por más verosímil o absurda que suene, que no tenga una contraparte: la contraparte del que elige creer. Javier, "el profe", que elige creer que el intacto ojo de Martín Blanco  realmente está herido en alguna remota parte del interior de su párpado; que la casa de Juan Pablo, que por eso la abuela no está en casa, que las llaves y el teléfono -apagado- en manos de Juan Pablo. Que, por alguna razón, ese día ambos estaban destinados a permanecer juntos, aislados.

- Está bien, Martín. Hagamos una cosa. Esta noche te quedás en casa. Nos pedimos una pizza -tranca-, te armo algo en el sillón y mañana a la mañana hacemos como si nada.

(...)

- Gracias, profe.



Sábado 13/08/11. "Ausente", de Marco Berger.









martes, marzo 27, 2012

ahogado al final.


¿Llevas la ropa planchada, Kōzume? ¿El pelo bien limpio? ¿Tus dientes brillan hoy como el amanecer en las alturas? ¿Has vuelto a perfumarte con el olor del agua fresca que juntos hemos visto correr?
Me preocupa un poco cuando siento que esa música va deshaciendo en hilachas tus entrañas. La siento carcomerte mientras tú así, tan pulcro. Me preocupa que de un momento a otro vayas a ensuciarte -¿qué será entonces de la pulcritud en su concepto?

martes, febrero 21, 2012

Instrucciones imprescindibles de una heladera


Con respecto a la utilización de los manuales de uso hay múltiples tendencias. Hay, por ejemplo, quienes los leen en todo su contenido, con disciplina religiosa y en general en voz alta, repitiendo en silabeo aquellos términos técnicos que interfieren con su interpretación. También hay quienes siquiera intentan sacarlo de su envoltorio de celofán (por extrema pulcritud o, más probablemente, pereza). Otras personas de esta misma calaña saben sentir el peso de la culpa pero aún son dominados por su desgano, con lo cual quitan el envoltorio del manual, ojean parte del contenido, se detienen a mirar detalladamente algún esquema poco comprensible, y vuelven a guardar el librillo en el algo desaliñado papel celofán. Dentro de este continuum de reacciones ante la compra de un artefacto con manual de instrucciones se encuentran también los ejemplares intermedios, cuya descripción no es única y sale de combinar azarosamente algunas de las características mencionadas anteriormente -este ejercicio quedará a entera voluntad del lector.

La forma en la que yo, personalmente, me vinculo con mis nuevos artefactos y sus manuales, no ha de ser discutida en esta publicación. De hecho, el fin era asbolutamente diferente y las líneas previamente redactadas surgieron de un acto meramente impulsivo. Mi respeto solemne por la improvisación y espontaneidad no me permite borrarlo, sometiéndome al estresante desafío de amalgamarlo con la idea original de la publicación, cuya iniciativa permanece despierta.

(...)

A fines de evitar el estrés, voy a ahorrarme formalidades y preámbulos, saltando abruptamente a mi objetivo original: publicar el instructivo con el que me topé en el manual de instrucciones de mi heladera. Aquí está, para todo el que quiera refrescar sus tardes estivales:


Cómo hacer hielo
  • Llene las cubeteras con agua hasta el borde de los cubos, evitando que ésta se derrame.
  • Espere a que el agua se congele totalmente.
  • Para utilizar los hielos flexione la cubetera.





miércoles, febrero 08, 2012

Paz





Estoy tan en paz que puedo franelear con el viento, mirar a los ojos al cielo.





domingo, enero 15, 2012

El día 1 se hizo como si 2.


No era para menos.
Lima-Cuzco: impecable. Un vuelo fascinante. Pueblos sentados sobre las nubes, con vista hacia las nubes –así como quien tiene vista al mar.

Lidiar con el mal de las alturas fue un problema hasta el momento de dejar la mochila en el piso. La sensación del apunamiento es peculiar, como si la misma sangre hubiera aumentado su temperatura hasta hervir y burbujeara, toda, en la cabeza. Más o menos como los caricaturistas representan un termómetro que estalla. Y si esa sensación de presión se intensifica, el dolor es tal que se siente como si verdaderamente la cabeza estallara (para mi fortuna, esa situación límite fue algo que experimenté durante sólo unos segundos).


La siesta de la tarde mejoró las cosas pero aún, siendo la noche y bastante entrada, no me imagino haciendo la caminata que planifiqué para mañana. Supongo que me falta algo de comida y por eso ahora estoy esperando mi plato de ceviche en un típico restaurante local.

Hace un rato me topé con una programación al aire libre del clásico sudamericano Perú-Chile. Aunque más que toparme yo diría que me llamó el bullicio… No era de esas bullas ásperas y desagradables de las que huyo, no. Era melódica –suave y profunda a la vez. Quizás como la voz de los peruanos.




Nota al pie
Apunamiento: sensación desagradable, generalizada, asociada a las alturas.





sábado, enero 14, 2012

... y entonces escogí Perú.




Un viaje a Suecia boicoteado. Un viaje a Islandia auto-boicoteado.
La inquietud de un destino alternativo, aún cuando es planificado con considerable antelación.
Sólo bastaba con cerrar los ojos y decir “estoy planificando un viaje a Perú, compré pasaje con destino a Perú… me voy a Perú”.--- ペルへいきます



A falta de material contemporáneo, vuelve el diario de una viajera empedernida.


11/10/2011 - día nº1

En un primer momento fue ansiedad –pura ansiedad-; la ansiedad en su máxima expresión, el ejemplo práctico de la ansiedad. En un primer momento. (…) Miento, en uno segundo. 

El primero fue desamparo, desapego. Luego de horas incansables en brazos de alguien que sabe querernos, sentir desapego es fácil. Lo mismo lo habría sentido si hubiese embarcado en un inofensivo ómnibus urbano.

Son las primeras horas –me digo. Esta es la ansiedad desmedida que pretende protegernos. Es engañosa, sobreprotectora; alimenta un miedo infundado. Este tipo de ansiedad, es aliada íntima del lado oscuro de la incertidumbre.