martes, febrero 21, 2012

Instrucciones imprescindibles de una heladera


Con respecto a la utilización de los manuales de uso hay múltiples tendencias. Hay, por ejemplo, quienes los leen en todo su contenido, con disciplina religiosa y en general en voz alta, repitiendo en silabeo aquellos términos técnicos que interfieren con su interpretación. También hay quienes siquiera intentan sacarlo de su envoltorio de celofán (por extrema pulcritud o, más probablemente, pereza). Otras personas de esta misma calaña saben sentir el peso de la culpa pero aún son dominados por su desgano, con lo cual quitan el envoltorio del manual, ojean parte del contenido, se detienen a mirar detalladamente algún esquema poco comprensible, y vuelven a guardar el librillo en el algo desaliñado papel celofán. Dentro de este continuum de reacciones ante la compra de un artefacto con manual de instrucciones se encuentran también los ejemplares intermedios, cuya descripción no es única y sale de combinar azarosamente algunas de las características mencionadas anteriormente -este ejercicio quedará a entera voluntad del lector.

La forma en la que yo, personalmente, me vinculo con mis nuevos artefactos y sus manuales, no ha de ser discutida en esta publicación. De hecho, el fin era asbolutamente diferente y las líneas previamente redactadas surgieron de un acto meramente impulsivo. Mi respeto solemne por la improvisación y espontaneidad no me permite borrarlo, sometiéndome al estresante desafío de amalgamarlo con la idea original de la publicación, cuya iniciativa permanece despierta.

(...)

A fines de evitar el estrés, voy a ahorrarme formalidades y preámbulos, saltando abruptamente a mi objetivo original: publicar el instructivo con el que me topé en el manual de instrucciones de mi heladera. Aquí está, para todo el que quiera refrescar sus tardes estivales:


Cómo hacer hielo
  • Llene las cubeteras con agua hasta el borde de los cubos, evitando que ésta se derrame.
  • Espere a que el agua se congele totalmente.
  • Para utilizar los hielos flexione la cubetera.





miércoles, febrero 08, 2012

Paz





Estoy tan en paz que puedo franelear con el viento, mirar a los ojos al cielo.