jueves, noviembre 20, 2008

(pausa_1)

.
.
“No recuerdo –seguramente nunca lo supe– el nombre de aquel que dijo algo acerca de que la simple invención, después de todo, es el principal objetivo del arte más complejo; y que uno de los grandes placeres del artista reside en convertir lo inaceptable en creíble con los ademanes exactos que utiliza un pintor desorejado para construir atardeceres demenciales, con la cínica precisión utilizada por un experto escriba para invocar, convincentemente, la fría miel de ectoplasma con que se viste un espectro. Hacer creer: de eso se trata y de eso se trató y se tratará siempre. En el principio era el Verbo y el Verbo era «creer». Creer en dioses o en fantasmas. Es lo mismo.”
.
.
Rodrigo Fresán, Vidas de santos.
.
.
.
.