domingo, marzo 06, 2011

de los momentos esperanzados...

... tengo pocos y me dejan mucho. Por eso va para mí.

Para vos, mik.



(...)
Cada vez que una persona se sorprende ocurre una descarga. No me pregunten cómo, las revistas están escritas en un idioma que entiendo más o menos como entiendo el hebreo. Sólo conozco a partir del boca en boca (del que le dijo, que le dijo, que le contó, que le confesó, que le confió… que leyó). En fin, como decía, el acto de sorpresa de una persona, eso que ocurre sólo y sólo cuando la persona realmente es arremetida por algo inesperado, quizás fortuito, pero indudablemente oportuno, ese acto es el starter de una serie de eventos, llamémosle corporales, que desencadena otra serie de eventos al estimular procesos que inducen un cierto tipo de actividad, la cual, en última instancia, genera una descarga. De ese tipo de descargas se vale el universo para compensar la enorme masa de energía amorfa e inutilizable titulada bajo el simpático nombre de Entropión.
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