sábado, diciembre 27, 2014

jueves, diciembre 25, 2014

(not)


schism

NOUN 1A split or division between strongly opposed sections or parties, caused by differences in opinion or belief.
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Llueve, dos a.m., y me pregunto por qué hace casi media hora que estoy sentada en tetas frente a la computadora. Encuentro algo que parece una señal tuya en el vacío.

domingo, diciembre 21, 2014

noches neoyorquinas (dos que hicieron una)


Escucho el ruido del tren, lejano, que deja su instante de inquietud en todos los lugares por donde pasa. Mis cruces preferidos -Beiró, Nazca-, la silenciosa estación y sus solitarios bancos de cemento verdes. Puedo sentir la vibración, también, en los azulejos amarillos destemplados y en las cobijas de alguno que padece la noche. Cada tanto se siente el ruido de algún motor (colectivos y autos que atraviesan rápida e indiferentemente este barrio cargado de silencio).

Desde mi cama, no puedo evitar dibujar el recorrido de Nueva York, más hermosa que sus paralelas y perpendiculares porque así se ha gestado en mi cabeza. Es mi calle, y me da palpitaciones cuando pienso en llegar y en huir. Ahora recuerdo una mañana oscura de frío tajante, Nueva York más solitaria que nunca, orgullosa de sus misterios y del encanto que le imprimen. Todavía puedo ver mis pies caminando a paso ligero y sigiloso, las baldosas sucediéndose y dibujando el camino a casa. La luna espléndida y el cielo translúcido por efecto del aire frío. La imagen es muy nítida. Bajé el auto casi sin mirar y me propuse no voltear la cabeza una vez en la vereda. Sé que me esperaron unos segundos, por pura cortesía, porque enseguida escuché el ruido del arranque y te sentí partir. Esa mañana supe que estaba destinada a perderte.

¿Qué andaré haciendo por estos lares a estas horas? ¿Qué fuerza maligna lo mantiene a uno despierto cuando ya es demasiado sábado y el humo del tabaco pesa en el aire, abatiendo? No es que alguna suerte de cansancio me esté haciendo desear el descanso, no. De hecho, estar despabilada me sienta bien, percibo el silencio y cada decibel (se dice "decibelio" también, ¿sabías?) que lo salpica. Las noches acá son así y por eso en el fondo (bien ahí donde no me dejo opinar ni juzgar), ahí siento ganas de quedarme despierta, seguir de largo hasta que empiece a clarear y ahí jugarlas de rebelde y encariñarme con la mañana. En contra de todas mis necesidades físicas, levantarme de la cama sin haber pegado un ojo y poner la pava en el fuego, sentir el olorcito matutino por la ventana de la cocina y respirarlo metódicamente, como siguiendo una prescripción médica. Noche, madrugada y mañana de corrido, un delicatessen que me permito muy cada tanto, demasiado casi nunca.

Pero hoy no es el día, vos lo sabés. Lo que no sabés es por qué cuernos sigo escribiendo ni tampoco sabés lo zombificada que me veo con los codos clavados en el colchón y los deditos tipeando tiqui-tiqui (desordenados, eso sí, porque éstos no saben de coreógrafos del tipeo ni mucho menos).

Me voy a dar un respiro, voy a ocupar un lugar en la oscuridad y el silencio. Al carajo las pantallitas y el pantallazo, voy a espiar un poco para adentro.

Vos seguí durmiendo, que tenés que descansar.

adiú, talué, buenasnó.